jueves, 10 de abril de 2008

Poemiércoles de cenizo

Me levanté temprano para verte,
y sabes cómo adoro dedicar mucho tiempo
a explorar los jardines de Morfeo.
Pero ansiaba decirte algunas cosas
que no tienen espera.
Me salté el desayuno y el espejo;
no te moleste pues mi desaliño:
se debió a tanta urgencia.
Trepé la verja y me enganché el vestido
-por eso voy así medio desnuda
del alma para abajo-
dejando al descubierto arañazos antiguos.
Que no te duelan
pues son de un tiempo oscuro
en que tú no eras gato de mis sueños.
Se me rompió el tacón saltando un charco
(parezco más pequeña que otros días),
y luego no arrancaban mis zapatos...
¡En fin!, que ha sido toda una odisea
llegar hasta tu vida hecha un desastre
para escuchar por voz de la portera
que te mudaste a un cuerpo más lujoso.

1 comentario:

Peter dijo...

Hola, Cenicienta, hoy me he levantado temprano para leerte y ponerte unas letras que no sé si leerás, pero aquí las dejo. Cuántos recuerdos, cuántas satisfacciones, cuántas sonrisas, cuánta simpatía y agradecimiento acumulado me trae el repaso por tus poemas. sigue tu curso que, con lo aplicada que eres, seguro que apruebas.

Besos de uno que pasaba por aquí.